Lo mejor para estar guapísima en estos días tan especiales es planificar las cosas con antelación, pensar un poquito en lo que te vas a poner y cómo vas a maquillarte y peinarte para que luego no te pillen las prisas. En lo que se refiere a Nochevieja, este año tengo clarísimo lo que me voy a poner, gracias a un regalo de cumpleaños muy especial que me hizo mi abuela este año. Lo cierto es que no suelo comprarme ningún vestido para este día, ya que lo que veo en las tiendas me suele resultar bastante repetitivo. Además, la histeria de la gente por estrenar look en Fin de Año hace que te encuentres la ropa tirada y maltratada, y yo que cada vez tengo menos paciencia para estas cosas, prefiero tirar de mi propio armario o de tiendas vintage a lo sumo.
Lo que todavía estoy mirando es el maquillaje, porque por muy superficial que suene, disfruto como una enana haciendo experimentos con sombras y pinceles, pasando un largo rato delante del espejo hasta que estoy plenamente satisfecha con el resultado (cada uno se divierte con lo que quiere, ¿no?).
Estos son algunos de los maquillajes que he ido recopilando y que pueden funcionar muy bien para estas fiestas:
1. Ahumado jugoso y sofisticado.

Unos ojos bien delineados con eye-liner negro, difuminado en perfecta armonía con sombras de beige a negra, pasando por un intermedio marrón-oscuro-casi-negro con toques metálicos. Unas pestañas de infarto (aunque a mi gusto las de la foto son un tanto exageradas, que cada vez me convencen menos las pestañas postizas) y labios nude como guarnición. Este maquillaje puede ser perfecto para las que os hayáis decantado por el vestido negro más sofisticado.
2. Ojos enmarcados en una bruma metálica amarronada.

Como siempre he tirado más hacia el marrón y el gris que hacia el negro (tanto en la ropa como en el maquillaje) esta imagen me ha servido de inspiración a la hora de prepararme para muchas fiestas. El efecto no es tan drástico como el ahumado en negro (que muchas veces llega a esconder el color de los ojos) pero le da el mismo aire misterioso a la mirada. Si os gusta este look os recomiendo las sombras metálicas en crema de Elizabeth Arden. Hay una marrón clavadita a la que lleva aquí Agyness Deyn y aunque es un poco cara (unos 30€ aproximadamente) os aseguro que sale rentable, porque aunque el frasquito parece enano dura una eternidad (yo la uso todos los días desde hace más de un año y aún me queda más de la mitad) y jugando con la cantidad puedes conseguir una gran variedad de tonos. Además, a pesar de ser en crema es tan consistente que la puedes usar de eye-liner o de lápiz para las cejas (y no, no me han pagado para hacerles publicidad, pero es que como me guste algo tengo que gritarlo a los cuatro vientos).
3. El encanto y la sencillez de Keira Knightley.
Aunque me pega más para un maquillaje de día, el delineado en negro por dentro y fuera de todo el ojo, combinado con una sombra beige muy discreta y unos labios en tono frambuesa le queda de fábula a la actriz. Me parece una opción muy recomendable con un vestido verde oscuro, azul marino, blanco, rojo... Para las que quieran estar impecables y llamativas sin rozar la estridencia.
4. Tonos anaranjados para un aspecto saludable.
Los tonos anaranjados y rojizos no suelen usarse mucho en el maquillaje de ojos, pero descubrí hace poco que son una auténtico diamante en bruto: bien difuminados resaltan los ojos verdes y azules y dan calidez a los marrones. Ideal para las que estéis hartas de ir como viudas a las fiestas. 5. Ahumado en un marrón muy suave.
Ésta es la idea que más me ha gustado, porque enmarca la mirada manteniendo la elegancia y la sencillez. Perfecto para looks clásicos y etéreos.
Obviamente por mucho que te fijes los resultados nunca son idénticos, pero estamos hablando de inspiración, y de que lo que importa es adaptar las ideas a una misma e ir cómoda con ellas.


Lo que a lo mejor no sabíais es que este estilo era totalmente original de Keaton. Ella se presentó así al rodaje y se empeñó en llevar su propia ropa en la película. En un principio la diseñadora de vestuario se horrorizó con el estilo de la actriz, pero con el apoyo de Woody Allen se dio cuenta de que casaba perfectamente con el personaje y la propia película. Igualmente aparecía en los eventos y las grandes galas con sus trajes masculinos pasados de moda, e inesperadamente acabó convirtiéndose en todo un icono de los años 70. Aun así ya se sabe que para gustos los colores, y si para muchos su estilo era inspirador y divertido, para otros era una aberración a la estética femenina (véase el famoso crítico de moda Blackwell, que la incluyó cinco veces en su lista anual de las peores vestidas).

En realidad, ahora que los aires ahombrados han vuelto con pasión a nuestros armarios, el estilo Keaton sigue sin pegar del todo en la calle. Porque si os fijáis, en las tiendas se encuentran pantalones anchos sí, pero tipo capri o bien ajustados para marcar trasero, combinados con tacones, y en tejidos brilantes. Para encontrar una blazer ancha con buen corte y sin hombreras tienes que recorrer un mundo, las camisas blancas se llevan igualmente apretadas y la gente te sigue mirando raro si llevas un sombrero que no sea borsalino. 
Personalmente, me convencen más los aires relajados de "Annie Hall". ¿Cómo adaptarlo para no perder feminidad? Fácil: insinuando, que no marcando. Camisas holgadas y algo abiertas, quizás mostrando los comienzos de un top interior lencero, y metidas por dentro de un pantalón de talle ligeramente alto con cinturón de cuero para no dejar de presumir de cintura. Blazers anchas con las mangas remangadas combinadas con shorts con pinzas. Gabardinas largas y relajadas, pero eso sí, abiertas y con un fular suelto o con botines de cordones. Sombreros de ala media, tipo bombín u hongo, ligeramente ladeados para dar un aire misterioso.



Otra opción son los vestidos largos camiseros o las faldas por los tobillos, bien ajustados con un cinturón y aderezados con toques femeninos: tacones de altura media, guantes, lazos, carteras de mano...
En definitiva, el estilo masculino tendrá sus básicos sí, pero se le puede dar mucho más juego y adaptarlo a las diferentes personalidades de cada uno, pasando de los aires sexys y misteriosos al bohemio parisino, con muchos toques vintage y sombreros y zapatos oxford de guarnición. 


¿La inspiración? El antifaz veneciano comprado el año pasado en una tienda de juguetes artesanales de Roma. ¿El nombre del disfraz? Halcón veneciano muerto. O un híbrido entre una avestruz y un caballero del siglo XIX, según lo vea cada uno.







También ofrece 




He de decir que también queda patente la mentalidad machista de la época, pues muchos de los cuadros representan a las mujeres como objetos sensuales realizando diversos oficios a cada cual de forma más estúpida, pero creo necesario dejar apartado este aspecto, pues los ilustradores de pin-ups realizaban un estilo que, ante todo, destacaba la sensualidad de las mujeres, en unos u otros contextos.

Hay también algunos grupos de bocetos que tienen casi más encanto que los cuadros completados (estos adjuntos son todos de K.O. Munson).
+de+bocetos.bmp)
+de+bocetos.bmp)
Además de las imágenes algo más modernas con los trajes de baño y la lencería asomando que asociamos más rápidamente con la idea de pin-up.
