miércoles, 18 de mayo de 2011

Hasta los tobillos

Puede que la minifalda tenga el liderazgo en el campo del vestuario sexy, al menos convencionalmente hablando, pero yo prefiero dedicar este post a una opción que, si se sabe llevar, puede ser mucho más sensual y elegante. Insinuar, que no mostrar.
Hablo de las faldas y los vestidos hasta los tobillos, que esta temporada empiezan a asomar en los lookbooks de las tiendas pero en un estilo que, al menos a mi gusto, es demasiado hippiesco. Las prendas extra-largas ofrecen muchas más posibilidades de las que parecen y son la prenda ideal si queremos destacar unas piernas largas y estilizadas. Quedan perfectas en mujeres altas y/o delgadas (el tipo cilindro como se supone que hay que decirlo ahora), aunque no por ello tienen por qué dejar de quedar divinamente en otros cuerpos, es cuestión de probar.
Lo más fácil es añadir una blazer remangada, a ser posible entalladita, para contrarrestar con el largo. Si añadimos un bolso bandolera, un cinturón de cuero y un colgante largo es una forma de convertir un vestido de boda en un look un poco más ponible. Para estas épocas de temperatura indefinida, en las que por la mañana te asas y por la noche te hielas, queda la opción de un buen jersey de lana o una camiseta larga. Yo he probado de dos maneras: metido por dentro de la falda y con un cinturón de cuero, o suelto por fuera. Ambas quedan perfectas, depende de cada caso. Eso sí, hay que jugar un poco con el contraste de las telas (algo en lo que me parece que fallan las propuestas de Zara&co): si la falda es de algodón o lana, añade una camisa de raso o seda para darle un toque más estilizado. En cambio, si la falda o el vestido son de gasa, te puedes permitir tejidos más simples, como un jersey calado, como nos propuso Alberta Ferreti para su colección PV 2011.


En cuanto al color, si os queréis decantar por colores ácidos no tendréis problema en encontrar faldas en tonos salmón, verdes o amarillos, ahora que se han puesto tan de moda. Se pueden combinar con camisetas y blusas neutras, pero también pueden funcionar con colores de distintas gamas. Eso sí, yo recomiendo olvidarse de camisetas ceñidas y escoger prendas over-size para potenciar la imagen relajada y no hacer daño a la vista. Si es un vestido negro, para no parecer que vas disfrazada de viuda yo prefiero combinarlo con accesorios en cuero marrón y algo dorado. Es también una buena idea añadir un maquillaje luminoso y dejar para otro día los ojos ahumados.





Por último, a mí me encanta potenciar el lado bohemio y misterioso de las faldas largas con sombreros. Nada de sombreros de paja, mejor bombines, boinas o, por qué no, una pamela.



¿Habéis probado ya las faldas largas? ¿Se os ocure algún otro modo de combinarlas?


Fotos: The Sartorialist, The Clothes Horse, The Snail and the Cyclops, Blooming Leopold Vintage.

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