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Edward Molyneux (1891-1974) |
Érase una vez una joven enamorada de la moda de los años 20 que conoció a un hombre llamado Edward Molyneux. Bueno, conocer es decir mucho, más quisiera ella cuando se dio cuenta de que todos los vestidos vintage que le hacían soñar, transportándola a un mundo de terciopelos, lentejuelas y plumas, llevaban la firma de ese magnífico diseñador británico. Se sintió tan embriagada por las creaciones de ese genio que decidió investigar sobre su vida, averiguando sus vocaciones de pintor, que se vieron frustradas ("gracias a Dios" se decía ella, a pesar de lo egoísta de su pensamiento) cuando lady Duff Gordon, una prestigiosa modista de la Bélle Époque más conocida como Lucille, se percató de su talento y le arrastró a su taller.
El capitán Molyneux (como se le llegó a conocer durante el período álgido de su carrera) aprendió rápido la maestría de las telas, llegando a salir de su casa el vestido de novia de la Duquesa de Kent, entre los atuendos de otras personalidades como Greta Garbo, Marlene Dietrich o Vivien Leigh.
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La Princesa Marina de Dinamarca y Grecia, Duquesa de Kent, llevando su vestido de boda diseñado por Edward Molyneux (1934). / Princess Marina of Denmark and Greece, Dutchess of Kent, wearing her wedding dress designed by Edward Molyneux (1934). |
Se decía de sus creaciones que eran "refinadas hasta el punto de lo indignante" y que "era el diseñador al que una mujer de moda acudiría si quería estar absolutamente correcta sin ser totalmente predecible". Nuestra joven dama estaba muy de acuerdo con estas opiniones, tras deleitarse con la visión de sus geniales creaciones que habían sobrevivido al paso de los años , delicadas a la par que llenas de personalidad.
Lamentando profundamente no haber nacido 80 años antes para haber conocido la obra de este maestro de la moda en todo su esplendor, ella decide hacerle el único homenaje que ya en el siglo XXI puede permitirse: dar a conocer en su pequeño blog la cuidadosa selección que hizo de las bellísimas prendas del capitán Molyneux, esperando que sus lectores disfruten leyendo sobre su vida tanto como ella escribiendo sobre ella.
Once upon a time a girl enamoured of 20s fashion met a man called Edward Molyneux. Well, 'to meet' is maybe too much; there was nothing she would like more when she realized that all the vintage dresses that made her dream, transporting her to a world of velvets, paillettes and feathers, were signed by that magnificient British designer. She felt so besotted by the creations of that genious that she decided to investigate about her life, finding out his ambitions as a painter, which became frustrated ("thank God", she said to herself, even knowing that this thought was selfish) when lady Duff Gordon, a prestigious Bélle Époque modiste better known as Lucille, noticed his talent and hired him to work at her fashion atelier.
Captain Molyneux (as he was known during his glorious period) learned fast the clothes' art, creating the wedding dress of Dutchess of Kent, among other celebrities' attires, such as Greta Garbo, Marlene Dietrich or Vivien Leigh.
It was said about his creations that they were "refined at the edge of outrageous" and that "he was the designer to whom a fashionable woman would turn if she wanted to be absolutely right without being utterly predictable". Our young lady totally agreed with these opinions, after enjoying herself with the vision of his brilliant creations that had survived over the years, delicate and full of personality at the same time.
Regreting that she hadn't been born 70 years before to know the production of this master of fashion in all its splendour, she decided to pay the only tribute that she could afford now in the XXI century: to use her blog to make known her careful selection of the gorgeous clothes signed by Captain Molyneux, hoping the readers will enjoy reading about his life as much as she did writing about it.