Con el término "indie" ha pasado como con el "vintage", que hasta hace dos días nadie lo había oído nunca, y ahora es un saco en el que cabe todo tipo de ropa, música, complementos, películas... En realidad, indie se llamó en un principio a los grupos alternativos de finales de los 80, que no podían identificarse con ningún estilo en concreto y que bebían de innumerables fuentes de inspiración. Todos tenían en común una cosa: la autonomía, la indepencia, el "hazlo tú mismo".
Sin embargo, hoy en día es un término demasiado general, bajo el que se incluyen estilos, grupos musicales y culturas suburbanas que, en mi opinión, difieren demasiado unas de otras. Sin embargo, sigue habiendo varias bandas indies hasta la médula, muchas de ellas pioneras, entre las que encontramos a: The Killers, Modest Mouse, Oasis, The Strokes, Death Cab For Cutie, The Walkmen, Blur, Black Rebel Motorcycle Club, Franz Ferdinand, Babyshambles, Vampire Weekend, Bloc Party, Artic Monkeys (demasiado comerciales, pero un icono del estilo), Dirty Pretty Things, Rooney, The Subways, Spoon, The Kooks, Kings of Leon, The Thrills... También los grandes grupos de rock alternativo son a veces metidos en el mismo saco, como es el caso de The White Stripes, Eagles Of Death Metal, Radiohead o The Hives, entre muchos otros.
Unos se inspiran en el country como Black Rebel Motorcycle Club, otros se acercan al pop como Rooney, otros son meláncolicos como Death Cab For Cutie, y otros son simplemente incalificables como Modest Mouse. En cualquier caso son sonidos diferentes, que poco se acercan a los típicos grupos comerciales que escuchamos en las radios de éxito. Eclécticos, personales y, ante todo, originales, como la moda que los identifica.
Camisetas de rayas, converse, pantalones pitillo, chapas, gafas way-farer, bolsos bandolera, prints de cualquiera de los grupos musicales anteriormente citados, minifaldas, leggins, corbatas, bufandas extralargas, gorras y americanas son algunas de las prendas que identifican este estilo. No hay que confundirlo con el EMO, el punk o el neo-pop (tipo Agyness Deyn), pues aunque es cierto que a primera vista comparten muchos detalles, el indie tiene un toque más bohemio que underground. ¿Y cómo conseguirlo? Pues simplemente dejando volar la imaginación, mezclando prendas de mil orígenes diferentes y sin perder un pequeño toque retro:
Camiseta con print + shorts + americana + medias negras. El toque diferente y femenino lo consigue con con
los zapatos de tacón dorados: arriesgado, pero acertado.
La chaqueta rosa de inspiración militar y el fular le dan el toque femenino, mientras que
los pitillo, las converse y las way-farer nos dicen sólo una cosa: INDIE, INDIE Y MÁS INDIE.
La chica
fotografiada por The Sartorialist es más bohemia que otra cosa, pero la meto en el saco por despedir ese aire independiente, alternativo y natural; que al fin y al cabo es la verdadera naturaleza del estilo que quiero mostraros.
Vestido gris a juego con los botines, medias semi-transparentes y chaqueta de nuevo con inspiración militar. ¿Qué le hace diferente? El gorro
chillón, la palestina a modo de fular y decenas de colgantes. 100% original, pero con gusto.
Aunque la curiosa pose de la chica no nos deja apreciar demasiado su indumentaria nos quedamos con la clave: chaleco desgastado, shorts, colgante, piernas al aire y botas altas con clacetines asomando por encima. Me encanta el resultado, aunque sí es cierto
que queda restringido para las más jóvenes.
Un estilo creativo, unido a la música, al cine y, en defintiva, a la cultura urbana.