Cada vez que viajo a Londres me convenzo más de que yo debería haber nacido allí. Me siento identificada con su espíritu, a caballo entre la tradición y la excentricidad más transgresiva. Y si ya me llevan al mercado de Portobello, el cual no tuve oportunidad de ver en anteriores ocasiones, pues ya me tenéis mirando precios de alquileres en Notting Hill. Pero como ese sueño se aleja de momento de mis posibilidades, tendré que conformarme con los preciosos hallazgos de esta última visita:
Vestido/dress: Zara (old); chaqueta/blazer: H&M; bolso/bag: vintage; cinturón/belt: vintage.
Lo primero, una cámara alemana de 1927 que me salió por el módico precio de 30 libras, lo cual, teniendo en cuenta mi habilidad nula para el regateo, es un logro más que considerable. En realidad ha sido un regalo para mis padres, que coleccionan cámaras antiguas desde hace años (mi pasión por el vintage iba ya impresa en mi herencia genética).
El sombrero de la foto es mi segundo gran hallazgo. Tengo otro prácticamente igual en negro que compré en Madrid en Mag Pie Vintage, y nunca imaginé que tendría que irme hasta Londres (concretamente a una de las maravillosas tiendas retro de Candem Town) para encontrar otro parecido. Teniendo en cuenta el uso que les doy a los sombreros, estoy más que satisfecha con la compra. La pulsera que aparece en el cuelgacollares la compré también en Portobello. Es China, de los años 40 según me dijo la dependienta. Está hecha de bronce y cristal esmaltado, y es una auténtica maravilla. Eso sí, tampoco es para uso y disfrute mío, sino un regalo para mi hermana, que lleva mejor las pulseras que yo.
Y por último, este precioso perchero con una chapa central decorada con dibujos de los años 50. No es realmente vintage, aunque me encantó igualmente, sobre todo porque me ha permitido tirar el perchero horrible que tenía antes, del cual no pongo ninguna foto porque no tiene absolutamente nada de especial.