Ante todo, desearos un feliz año nuevo. Espero que hayáis comenzado estos primeros días con buen pie, y con esa alegría y entusiasmo que se tiene en esta época del año, donde los nuevos propósitos son los protagonistas. He pensado compartir los míos con vosotros, aunque estoy convencida de que coincidiremos en más de uno:
- Ser constante en los estudios: llevo toda mi vida estudiando en el último momento, pasando los días pre-exámenes empollando unos bloques inverosímiles de apuntes y sobreviviendo a base de cantidades ingentes de cafeína. Los resultados no han sido malos (parece ser que trabajo mejor bajo presión), pero mi alma y mi cuerpo los sufren. Así que, aunque los horarios ilógicos que tengo este año no me estén dando mucha tregua, ahora que vienen los exámenes de febrero espero ser capaz de cambiar en este aspecto.
- Dejar atrás el pasado: aunque me refiero a unos hechos concretos, en general he de admitir que soy una de esas personas a las que les encanta analizar sus actos y los ajenos, buscando múltiples razones y consecuencias, hasta que de tanto retorcerlos y deformarlos acabo por no distinguir lo que realmente pasó. Supongo que es una de esas cosas intrínsecas e inmutables en un ser humano, pero por pura salud mental debería aprender a quitarme esta manía.
- Iniciarme en la costura: aunque he hecho mis pinitos con detalles en sombreros, pecheras y un par de faldas, me gustaría aprender a manejarme de verdad con la máquina de coser. Tengo un montón de ideas apuntadas a las que me gustaría dar forma, supongo que será cuestión de pedir un poco de ayuda a mi madre y destrozar las primeras telas. La práctica hace al maestro, ¿no?
- Volver a nadar: las posibilidades de que lleve esto a cabo son bastante remotas, pero de la fe también se vive.
- Ser menos impulsiva: mi excesiva habilidad verbal hace que muchas veces meta la pata y dé una imagen totalmente contraria a la que quiero dar; dicho en cristiano: soy una bocazas. Si consigo aunque sea por un día pensar dos veces lo que voy a decir consideraré este propósito cumplido.
¡Y no se me ocurren más! Aunque creo que con esto es más que suficiente, que por inflar la lista con chorradas no voy a sufrir una metamorfosis (ni quiero, porque oye, cada uno es como es; que tiene que haber de todo en la viña del Señor). Así que ahora decidme, ¿cuáles son vuestros propósitos para este nuevo año 2011?
Foto: vestido vintage de los años 20, regalo de cumpleaños de mi querida abuela, junto al tocado que os mostraré cuando recupere mi cámara de fotos. La sombrilla, aunque proviene de su propia casa, debe tener más o menos los mismos años. El chal es herencia de mi madre y el colgante es de H&M.