domingo, 11 de abril de 2010

El "je ne sais quoi" de Clémence Poésy

Si hay un error básico de la moda, y más hoy en día, es ir artificial. Me refiero a esa manía de hacer caso a esos tópicos proclamados por las revistas que te incitan a seguir unas reglas para interpretar cada vez un papel diferente: labios rojos y escotazo para la chica sexy, estampados florales y flecos para las new-hippies, corte bob y ropa negra para la chica misteriosa... Todo según la imagen que esté de moda en ese momento.
El problema es que si te empeñas en seguir estas reglas acabas con un armario que más bien parece el almacén de disfraces de una compañía de teatro, y con el que seguramente no te sentirás cómoda ni identificada. Es aquí donde entran esas personas que llevan un estilo personalmente adaptado, cuidado pero relajado. Y, por lo que he podido ver, la mitad de ellas son francesas, como nuestra querida Clémence Poésy.



Ella era la mujer perfecta para interpretar a la veela de Harry Potter: con aires de ninfa, distante; una de esas bellezas en las que te tienes que fijar bien para apreciarlas, pero que luego te hipnotizan. Y su estilo contribuye a ello. No es de esas personas que se complican la vida eligiendo estilismos imposibles: prendas holgadas y lisas, pelo lacio, superposiciones...
Le encantan los vestidos sencillos con blazer y medias tupidas. ¿Accesorios? Los justos y necesarios. Es así como consigue esa imagen sencilla y relajada.






Las faldas por media rodilla son también objeto de su devoción. Las lleva en estilismos muy originales, en colores metalizados y con camisas y chaquetas desestructuradas.




Con pantalones la he visto pocas veces: con pitillos nunca demasiado ajustados, acompañados por botines en piel desgastada y chaquetas de tweed; o en versión ancha con camisa holgada metida por dentro.


Para la noche, siempre elige vestidos con inspiración vintage: en gasa, en tonos blancos o tierras y con pedrería. Lo cierto es que se la ve muy poquitas veces vestida de gala, y teniendo en cuenta sus pasadas elecciones, es una verdadera lástima.


Pero lo que más me gusta de esta chica es que, a pesar de ser sencilla, de vez en cuando sorprende con pequeños y acertados toques de originalidad. Su aparición en el desfile P/V de Chanel hace dos años, con un original sombrero bombín y una blazer de terciopelo fue soberbia. En un desfile de O/I de Chloé (firma a la que es asidua y de cuyo perfume, junto a Chloe Sevigny y Anja Rubik, es imagen) la vimos con un look muy misterioso y original, a lo Ann Demeulemeester, toda de negro, con sombrero de ala ancha (¿dónde encontrará la gente esos sombreros?) y chaqueta de lana.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...