Lo primero muchas gracias a Syd por el premio, es un honor saber que escribiendo además de expresar tu opinión y tus intereses haya alguien que disfrute leyéndolo. Y un plus: el premio va con meme incluido. Seré una egocéntrica hasta la médula pero me encanta esto de conceder pequeñas entrevistas sobre mi persona, supongo que porque me ayudan a conocerme y describirme a mí misma, algo que en general me cuesta horrores.
La propuesta es sencilla: escribir 7 cosas que te encanta hacer. Aquí van pues:
- Dar paseos interminables por Madrid. Me encanta andar, es de las pocas formas de hacer ejercicio con las que disfruto, y es lo que más me ayuda a desconectar, a sentirme bien conmigo misma y a apreciar lo que me rodea. Mi ruta preferida es ir dede Ciudad Universitaria hasta Atocha, pasando por todo el centro: Moncloa, Plaza de España, Gran Vía, el Paseo del Prado... Observar los majestuosos edificios del centro, las tiendas y, sobre todo,a la gente que pasa a mi alrededor, su aspecto, sus gestos o su forma de andar es uno de mis grandes vicios en esta vida.
- Esto va unido a lo primero: las largas caminatas no son lo mismo sin una parada en el Starbucks, donde saboreo un delicioso Mocca Blanco leyendo un buen libro.
- Experimentar nuevos conjuntos en mi armario. Ya puestos haciendo pequeñas recolectas en el de mi hermana, mi madre, mi abuela o incluso mi padre. Soy una acaparadora que bebe de todas las fuentes, incluyendo la inspiración, que puede venir de cualquier sitio. Las mejores ideas las voy apuntando en un cuaderno que luego consulto en momentos de baja inspiración. Me gustaría mostraros algunos más a menudo y de veras admiro a los bloggers que cuelgan sus outfits diarios, por una habilidad para utilizar la cámara y el espacio de la que yo desde luego carezco.
- La música. Sé que a todo el mundo le gusta, pero en mi caso es más una forma de explorar lo que me rodea y a mí misma, es un catalizador de mis emociones. La vida gana mucho con una buena banda sonora y cualquier sentimiento o experiencia siempre marcará más con una canción adecuada que lo acompañe. Al igual que con la ropa, me encantan varios estilos de música (aunque con clara preferencia hacia el pasado), simplemente tiene que decirme algo. Una buena melodía de country blues de los años 20 puede transmitirme tanta fuerza como una ecléctica y deprimente melodía de Radiohead o una intensa ópera cantada por Pavarotti.
- El vintage. Soy retro hasta la médula. De hecho me he ganado en la universidad el apodo de "lady Canterbury", porque al parecer visto, leo y me interesan las mis cosas que cualquier dama inglesa del siglo XIX (algo con lo que yo no estoy del todo de acuerdo, pero admito que oírlo me divierte). La pasión por las antigüedades me viene de familia y la ilusión de rescatar un objeto o una prenda olvidada desde hace años y darle un nuevo uso en el presente no tiene precio.
- Leer. Desde pequeña devoro los libros, son los responsables de mi obsesión por la expresión escrita y hablada (porque sí, soy una cotorra de tomo y lomo). Es increíble cuando una historia te engancha y no puedes parar de leer, aunque te duela la cabeza te escuezan los ojos y te tengas que levantar en un par de horas. Aunque de cada libro he extraído algo que me ha hecho crecer como persona, hay algunos que perduran en mi memoria: "La ciudad de las bestias" de Isabel Allende, "El cuento número trece" de Diane Setterfield, "De todo lo visible y lo invisible" de Lucía Extebarría, "Rebecca" de Daphne du Maurier, "Buzón de tiempo" de Mario Benedetti, y una lista interminable que no pongo por completo, pues ni mi memoria ni vuestra paciencia dan para tanto.
- Estar con mis amigos. Soy una persona independiente, muchas de mis aficiones están destinadas a practicarse en solitario y me encanta (demasiado quizás) reflexionar conmigo misma. Pero mis amigos son como el oxígeno. Estar un tiempo sin verles, sin reírme con ellos, sin compartir experiencias y opiniones hace que el resto de mi vida pierda una buena parte de su sentido. Me harto de mí misma y me gusta la gente que me rodea. He tenido la suerte de dar con algunas increíbles personas que me han hecho sonreír aun en los momentos más deprimentes, y unos cuantos minutos con ellas hacen que la vida se tiña no de rosa, sino de todos los colores del arco iris, por muy cursi que suene.